Cerca de 500 personas acuden a la bicicletada para la reapertura del Divino Valles

Cerca de 500 personas han acudido a la marcha en bicicleta celebrada en la jornada de este domingo, 18 de abril, y organizada por la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos, para reclamar la reapertura del Hospital Divino Valles.

La bicicletada, que ha partido de la Iglesia Antigua de Gamonal a las 11.30 horas, ha recorrido las diferentes calles de la capital burgalesa tales como la calle Vitoria, la calle Santander, Plaza España, la Avenida de la Paz y la Avenida de Castilla y León, entre otras y ha puesto su fin en frente del Divino Valles en torno a las 12.30 horas.

Desde la Plataforma reclaman la creación de una Unidad de Cuidados Paliativos y otro de Larga Estancia para ingresos sociosanitarios y fases de recuperación. Así también señalan que podría albergar el Servicio de Geriatría para atender las complejas y diversas situaciones los mayores, una Unidad del Dolor, así como un área de reserva preparada para situaciones de emergencia, epidemias, catástrofes...

"Es cierto que para su nueva misión tendría que abordarse una modesta reforma para dar el máximo ambiente de confidencialidad y comodidad que requieren los pacientes que allí van a ser atendidos, pero que hemos calculado que estarían amortizada en dos años" comentan desde la Plataforma.

En este sentido, la representante de la Plataforma, María José Pereda señala que el Divino Vallés "es un hospital que dedicándole el dinero que se utiliza ahora para externalizar servicios, podría poner en funcionamiento unos servicios que han resultado ser esenciales en esta pandemia de la Covid-19."

"Además, esta pandemia ha demostrado que las personas más vulnerables son los que precisan más cuidados. Cuidados que no se deben dar en un hospital con pacientes agudos sino en uno destinado a medias y largas estancias como es el Divino Valles" manifiesta Pereda.

Desde la Plataforma argumentan que "la atención hospitalaria de nuestros ciudadanos en situación más indefensa ha sido, históricamente, y aún hoy, eludida por la Junta y encomendada a la empresa privada como si tratara de un servicio menor sin importancia" al tiempo que señalan que "este convenio es perjudicial para las arcas públicas ya que presenta una subvención encubierta por cinco millones de euros al año."

Por todo ello, piden la rescisión de un contrato que "es lesivo para nuestros intereses económicos y que además no es beneficioso para los usuarios que, por lo demás, no le gusta a la compañía concesionaria."

Con relación a la ruptura del convenio de la Junta de Castilla y León y el San Juan de Dios, Pereda ha preferido mantenerse al margen.

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