NATURALEZA

La inteligencia y el vuelo han permitido a los cuervos colonizar el mundo

cuervo
Los cuervos ofrecen una fantástica oportunidad para entender por qué ciertos organismos se expanden y diversifican por el planeta. / Pixabay

La capacidad de volar largas distancias, un cuerpo grande y la inteligencia para resolver problemas y obtener recursos en nuevos ambientes han sido una combinación perfecta que ha hecho posible que estas aves se hayan propagado.

Agencia Sinc
30/06/2022 - 08:01h.

Los humanos, los cocodrilos y los cuervos tienen algo en común, se han expandido por todos los rincones del planeta. Desde Barcelona hasta Australia, a pesar de la enorme distancia, encontraremos grupos de animales como lechuzas, golondrinas, pavos, cuervos o humanos. Rodos estos animales se encuentran tan lejos porque han sido capaces de colonizar el planeta en casi su totalidad. Pero, ¿qué hace que lo hayan podido hacer ellos mientras que otros grupos animales hayan quedado reducidos a pequeñas zonas del planeta?

Un trabajo coliderado entre la Universidad de Washington en St. Louis y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) se ha centrado en los cuervos para responder a esta pregunta. Una de las conclusiones del trabajo ha sido que los cuervos podrían haber colonizado el planeta gracias a su capacidad de volar largas distancias, a un cuerpo grande y utilizando la inteligencia para resolver problemas y obtener nuevos recursos de cada ambiente.

Para los investigadores Daniel Sol y Joan Garcia-Porta, el primero también investigador del CSIC y el segundo ahora en el Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Universidad de Barcelona, ​​estas tres características han coincidido de forma acertada en el grupo de los cuervos y les ha permitido llegar a lugares remotos, sobrevivir en ambientes de todo tipo y adaptarse a ellos con éxito.

¿Cuál ha sido la consecuencia de esa expansión global? Una excepcional diversificación. El estudio demuestra que los cuervos, a la vez que se esparcían por el mundo producían especies nuevas a una velocidad exorbitante: más de 40 especies diferentes en sólo diez millones de años, especies que cambiaban de tamaño del cuerpo y de forma del pico de modo que se adaptaban a nuevos ambientes.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación ha realizado un análisis exhaustivo de una multitud de rasgos ecológicamente relevantes: el tamaño de las alas, el volumen y forma del pico, las dimensiones del cuerpo y el tamaño del cerebro. Para ello, ha visitado museos de todo el mundo para medir y comparar esqueletos de muchas especies de córvidos , es decir, la familia de los cuervos que también incluye las grajillas, las urracas y los arrendajos, entre otras especies.

"Los museos de historia natural son lugares increíbles, verdaderos archivos de la biodiversidad. En poco espacio puedes ver y comparar multitud de especies diferentes, muchas de ellas provenientes de rincones lejanos del planeta", explica Joan Garcia-Porta, miembro también del Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio) de la UB.

En paralelo también se ha rehecho el árbol filogenético de la familia de los córvidos con datos genéticos para incorporar las máximas especies posibles. Combinando filogenias y rasgos morfológicos se ha podido comprobar si estos rasgos, además de ayudar a colonizar el mundo, también aceleraban la creación de nuevas especies.

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