NATURALEZA

Revelan los puntos negros de exposición al plástico para las aves oceánicas

aves
Los petreles y pardelas son uno de los grupos de aves más amenazadas del planeta. / Paul Donald

Un estudio con participación española, liderado por BirdLife International, señala al mar Mediterráneo y al mar Negro como las zonas del planeta en las que los petreles y las pardelas, uno de los grupos de aves marinas más amenazados, se enfrentan a un mayor riesgo de ingerir plásticos.

SINC
09/07/2023 - 17:36h.

La contaminación por plásticos es un problema creciente en todos los mares del planeta, pero su distribución no es homogénea. Los plásticos tienden a acumularse en determinadas zonas, por efecto de las corrientes oceánicas. Al mismo tiempo, las aves marinas se distribuyen de forma heterogénea, visitando con mayor frecuencia aquellas áreas en las que se concentran sus presas, teniendo en cuenta también la influencia de los vientos.

Un nuevo estudio ha cruzado la información sobre la distribución de plásticos y aves oceánicas, para ver dónde existe mayor solapamiento y por lo tanto mayor riesgo de interacción. La investigación, que ha sido liderada por BirdLife International, se ha publicado en Nature Communications.

En el trabajo ha participado la filial española SEO/BirdLife, que ha aportado datos de pardela balear (P. mauretanicus), cenicienta mediterránea (Puffinus yelkouan) y atlántica (C. borealis). También han colaborado instituciones como el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y la Universidad de Barcelona, entre otras.

La investigación se ha centrado en los petreles y pardelas (proceláridos), uno de los grupos de aves más amenazadas del planeta. Estas aves se distribuyen por todos los mares, tanto en zonas costeras como oceánicas, y por ello constituyen excelentes indicadores del estado de conservación del medio marino. Estudiar la incidencia de los plásticos sobre este grupo puede ayudar a entender mejor los impactos de esta amenaza sobre el ecosistema en su conjunto.

Según el estudio, varias especies de pardelas y petreles ingieren este material con regularidad, sea por confundirlos con sus presas, o por ingerirlos a través de ellas. El riesgo se incrementa por el hecho de que los plásticos desprenden dimetilsulfato al descomponerse, la misma sustancia que emite el plancton y que usan estas aves para localizar, desde considerable distancia, zonas de mayor productividad (y, por lo tanto, de alimento).

En el caso de los plásticos de mayor tamaño, su ingesta y acumulación puede causar problemas de obstrucción del sistema digestivo, hasta causar la asfixia o inanición, si bien parece ser un problema que afecta a pocos ejemplares.

Microplásticos

Por otro lado, la ingesta de pequeños plásticos (microplásticos) es más generalizada, y estudios recientes sugieren que podría tener efectos nocivos importantes. Estos contaminantes son cada vez más abundantes, pues además de llegar directamente al mar como residuo de algunos productos (como cosméticos), también aumenta su número por la descomposición y fraccionamiento de los plásticos de mayor tamaño en partículas cada vez más pequeñas.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

--- patrocinados ---
Deja tu comentario
publicidad
publicidad


publicidad