Los expertos recomiendan establecer expectativas regalistas, noregalar en exceso y fomentar la gratitud en los más pequeños de lacasa, entre otras acciones
La noche de Reyes es una de las festividades másesperadas por los niños, pero también puede ser un momento de gran tensión paramuchos padres. La anticipación por los regalos y la preocupación por cumplir contodas las expectativas emocionales pueden generar nerviosismo y ansiedad, no soloen los más pequeños, sino también en los adultos.
Desde una perspectiva psicológica, los niños experimentan a menudo una mezcla deemoción y nerviosismo por no saber qué regalos y cuántos recibirán, lo que puededesencadenar inquietudes. En este sentido, la ansiedad puede estar directamenterelacionada con la percepción de control sobre su entorno, algo que no sienten en estecaso ya que dependen completamente de lo que los Reyes Magos decidan dejarles.
"Los más pequeños, que aún están desarrollando su capacidad para gestionaremociones complejas, pueden experimentar esta anticipación como una forma deansiedad y frustración, ya que no cuentan con las herramientas emocionales pararegularla. Es fundamental entender que, para ellos, la espera se convierte en un retoemocional importante", explica Carla Álvarez Llaneza psicóloga de Blua de Sanitas.
Además, otros factores como el miedo a no recibir lo que desean o la comparación conotros niños pueden generar un cuadro de estrés que se manifiesta en dificultades paradormir, inquietud física o cambios en el comportamiento.
Otro aspecto que se suele pasar por alto durante este día es el peligro de caer en lasobreabundancia de regalos. "El exceso de regalos puede generar un sentido dedescontrol, ya que los niños pierden la capacidad de valorar el esfuerzo detrás decada regalo. Esto suele suscitar una dependencia emocional de lo material y una faltade apreciación por los valores intangibles como el esfuerzo, la gratitud o la importanciade compartir, generando efectos negativos a largo plazo en su desarrollo emocional ypsicológico", añade Carla Álvarez Llaneza.
Ante esta situación, es recomendable que los padres reflexionen sobre los regalos queeligen y busquen promover la importancia de otros valores más allá de lo material.Enseñar a los niños que los regalos no son lo más importante y que existen otrosaspectos más significativos de las fiestas, como el tiempo compartido en familia, elcuidado hacia las personas y la generosidad puede ayudará a crear una experienciamás enriquecedora. En este contexto, los expertos psicólogos de Blua de Sanitas hanelaborado un listado con una serie de recomendaciones:
18:40
18:05