Un varón ha sido condenado a cuatro años y dos meses de prisión, multa de veintisiete meses a cuota diaria de seis euros e inhabilitación especial para el ejercicio de comercio durante cinco años por dedicarse, desde finales del 2010 y hasta noviembre de 2017, a la venta de réplicas de productos de marca.
El acusado ofertaba estos productos como réplicas AAA (de buena calidad) a través de una página web de compra-venta y los enviaba a los compradores, habitualmente por paquetería, medio por el que entre principios del 2014 y 217, realizó un total de 2.162 envíos. Éste recibía los pagos contra reembolso o mediante transferencias a sus cuentas.
Muchos de los productos eran importados desde China, y efectuaba los pagos a través de Trustly Spain E-Commerce o mediante transferencia internacional hacia el Banco Mercantil de China.
Investigaciones policiales dieron lugar a la interceptación de un paquete enviado por el acusado desde Burgos, y a la posterior entrada y registro tanto del domicilio como del trastero.
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