El 9,9% de los burgaleses se resiste a ponerse la mascarilla según la encuesta del Estudio Nacional de Seroprevalencia. Los españoles que más se resisten al uso de mascarillas son, con mucha diferencia, los guipuzcoanos, el 45,5% aseguró que no la usaba nunca en la encuesta del Estudio Nacional de Seroprevalencia. En el extremo contrario está Cáceres, la provincia con mejor comportamiento en este sentido. Sólo un 3,9% de los cacereños y jienenses afirma no utilizarla.
En España, el uso de la mascarilla es obligatorio en los espacios públicos cerrados y en los abiertos cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad. Así se estableció el pasado 21 de mayo durante el Estado de Alarma y la norma se ha mantenido a través del Real Decreto de Nueva Normalidad hasta que haya vacuna o tratamiento efectivo. Sin embargo, un porcentaje significativo de los españoles sigue asegurando que «no utiliza nunca la mascarilla», ni en trayectos a pie, transporte público (donde es siempre obligatorio), transporte en vehículo compartido y el entorno laboral. En el caso de los burgaleses el 9,9% se resiste a ponerse la mascarilla según la encuesta del Estudio Nacional de Seroprevalencia un 2.6 % más que la media nacional. Son los datos por provincias del uso de mascarillas y que respondieron los propios encuestados, por lo que el Ministerio de Sanidad advierte que «el conocimiento de la norma por parte del encuestado podría influir en las respuestas obtenidas».
Los españoles más cumplidores con el uso de mascarilla están, además de los cacereños y jienenses, los almerienses (4,3% no la usa nunca), gaditanos (4,5%), madrileños (4,7%) y barceloneses y albaceteños (4,9%).
En el extremo contrario, los más rebeldes – aunque a gran distancia con los guipuzcoanos, afirman no utilizar nunca la mascarilla un 23,5% de los vizcaínos, un 22,4% de los baleares y un 20% de los alaveses. El País Vasco concentra la resistencia a protegerse del COVID-19 con este método.
El Estudio de Seroprevalencia no entra en las razones del porqué hay quienes se resisten al uso de mascarillas, aunque sí refleja un incremento en el uso en general.