Jugadores y clubes participantes en el Seven Cajaviva del pasado sábado han mostrado sus quejas ante el estado del campo de césped artificial. Ante la falta de riego, el terreno de juego estaba demasiado seco y acabó provocando quemaduras a 21 jugadores que tuvieron que ser atendidos por el médico.
El rugby puede ser un deporte duro, y más aún si el terreno de juego no está en las condiciones adecuadas. 21 jugadores acabaron con quemaduras producidas por el campo en el torneo Seven Cajaviva del pasado sábado, por lo que varios clubes y jugadores han mostrado sus quejas.
El campo, a pesar de las lluvias registradas durante el mes de junio, seca muy rápido y, según cuentan desde el Aparejadores, requiere de riego cada poco tiempo para evitar problemas como los registrados: de hecho, el jardinero tuvo que acudir en torno a las 15 horas para que se pudiera seguir jugando, porque el estado del césped era impracticable.
De cara a futuro, será necesario un riego constante para evitar lesiones, especialmente en periodos secos o de mucho calor.