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Cuidado con la pirotecnia en Navidad

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El incumplimiento de la normativa puede acarrear multas económicas, incautación del material y otras sanciones según la gravedad de la infracción.

Redacción BurgosNoticias 
25/12/2025 - 12:00h.

Con la llegada de las fiestas navideñas, los petardos vuelven a hacerse notar en muchas localidades. Aunque forman parte de tradiciones muy arraigadas, su uso no está exento de riesgos y por eso es necesario utilizarlos con responsabilidad y pensando en el bienestar de todos.

Recomendaciones básicas de uso

Es obligatorio encenderlos siempre en el suelo, nunca en la mano, dado que la mecha puede fallar y causar quemaduras. Tampoco se deben introducir en envases de plástico o latas porque podrían generar metralla al explotar. No está permitido manipularlos ni abrir los petardos, y evitar usar aquellos que estén rotos o defectuosos.

Nunca hay que guardarlos en los bolsillos. El calor o la fricción podrían activarlos accidentalmente. Debemos respetar la distancia de seguridad indicada en el etiquetado. Si un petardo no se enciende, no hay que tocarlo ni intentar reutilizarlo. Tampoco debemos recoger restos de otros.

No se pueden lanzar dentro de casa ni por el balcón, porque podría provocar incendios o poner en peligro a otras personas. Es necesario asegurarse de que no hay líquidos inflamables cerca, dado que podrían arder o incluso explotar, fruto de la acumulación de gases por la evaporación.

La revista Consumer informa de que su uso indebido puede acarrear sanciones legales que van desde multas hasta decomisos de material. Además, cualquier ciudadano puede denunciar el uso inadecuado ante la Policía Local u otras autoridades competentes. Las sanciones se clasifican según la gravedad de la infracción: multas leves, (entre 100 y 600 euros por lanzar petardos en zonas no autorizadas o incumplir normas municipales); multas graves, (de 601 a 30.000 euros por usar petardos sin autorización o en condiciones peligrosas o multas muy graves, de 30.001 a 600.000 euros en casos de peligro elevado para la seguridad ciudadana o el entorno natural, acompañadas de incautación del material.

Colectivos sensibles a los petardos

El uso de petardos puede tener un impacto significativo en colectivos especialmente sensibles al ruido:  los bebés y personas mayores son vulnerables al estrés acústico, que puede causar irritabilidad, ansiedad y alteraciones. Se aconseja crear un ambiente tranquilo y mantener rutinas relajantes

La hipersensibilidad auditiva de las Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) puede hacer que los sonidos se perciban como agresiones. Se recomienda el uso de auriculares con cancelación de ruido y evitar zonas con alta actividad pirotécnica.

También en el caso de los animales domésticos. Su oído es más sensible que el humano y los ruidos intensos pueden provocarles estrés, taquicardia, temblores, vómitos, salivación excesiva, falta de aire o aturdimiento. Para protegerlos, se recomienda no dejarlos solos, habilitar un refugio seguro, usar ruido blanco y evitar paseos en momentos de mayor actividad pirotécnica.

La regulación en España

En España, el uso de estos artículos está regulado por el Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería (RAPyC), aprobado mediante el Real Decreto 989/2015. Esta norma fija los límites de edad, las clasificaciones por nivel de peligrosidad y las condiciones de seguridad durante su manipulación. A estas regulaciones de ámbito estatal se suman otras autonómicas y municipales, que refuerzan la convivencia y reducen el impacto acústico de los petardos.

Comunidades como País Vasco, Madrid o Andalucía prohíben el lanzamiento de petardos en la vía pública salvo en actos expresamente autorizados. En Cataluña, los artefactos de gran potencia solo pueden encenderse en zonas habilitadas y fuera de los entornos urbanos. Los ayuntamientos, por su parte, disponen de margen para establecer restricciones adicionales mediante ordenanzas locales. En muchos municipios, se acotan los horarios y espacios donde puede usarse la pirotecnia, priorizando el descanso vecinal y la protección de colectivos especialmente sensibles.

Clasificación según peligrosidad y edad de uso

En España, todos los artículos pirotécnicos se clasifican en cuatro grandes categorías, según su peligrosidad:

-Categoría F1: Muy baja peligrosidad. Destinados principalmente a menores y principiantes, estos productos incluyen bengalas, bombetas o bolas de humo. Su uso está permitido a partir de los 12 años, y su nivel de ruido es insignificante, pensado para entornos domésticos y celebraciones familiares.

-Categoría F2: Baja peligrosidad. Debe tenerse al menos 16 años para su adquisición y uso. Esta categoría reúne artículos como petardos medianos, fuentes o pequeñas baterías, que producen ruidos moderados y están diseñados para espacios abiertos.

-Categoría F3: Peligrosidad media. Reservados a mayores de 18 años, este grupo incluye tracas, cohetes de cierta potencia y baterías más grandes. Si bien los niveles sonoros ya son importantes, todavía no suponen un riesgo para la salud en condiciones normales de uso.

-Categoría F4: Alta peligrosidad. Son de uso exclusivo para profesionales con formación específica.

Solo debemos adquirirlos en establecimientos autorizados. Está prohibida la venta ambulante, la compra por unidades sueltas y la adquisición a distancia (teléfono, internet o correo). Hay que seleccionar productos apropiados para la edad de quienes los van a usar, según la categoría. La mecha debe ser claramente visible o estar indicada mediante el etiquetado o las instrucciones. Tienen que contar con protección contra el encendido accidental.

Regulación local

Cada ayuntamiento regula el uso de petardos, por lo que no podemos lanzarlos en cualquier lugar. Generalmente, está prohibido hacerlo en espacios públicos. como parques, jardines, áreas residenciales y especialmente cerca de hospitales, centros escolares o lugares donde residan colectivos vulnerables. Estas restricciones buscan proteger la convivencia, evitar ruidos excesivos y preservar el bienestar de personas mayores, niños, personas con físicas.

En fechas señaladas, como Navidad, Nochevieja o fiestas patronales, muchos municipios emiten bandos que regulan de manera más exhaustiva el uso de la pirotecnia, estableciendo otros límites temporales y espaciales para minimizar molestias

Qué debe incluir el etiquetado

El etiquetado es clave para distinguir un producto legal y seguro de uno que no lo es. El marcado CE es un elemento esencial, ya que certifica que el producto cumple con la normativa europea y española vigente. Además, el etiquetado debe incluir frases preventivas en castellano que adviertan sobre los riesgos. Junto a estas advertencias, la etiqueta debe contener información clara y completa que permita el uso seguro del producto, incluyendo: Instrucciones de uso detalladas. Distancia mínima de seguridad recomendada. Indicación de si el producto es para uso exclusivo al aire libre o exclusivo para expertos. Categoría o clase del artículo pirotécnico. Edad mínima recomendada para su uso.

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