JUSTICIA

Estos son los motivos por los que la Justicia absuelve a los cinco activistas que protestaron contra un casino en Gamonal

fuera casas apuestas
Imagen de una de las manifestaciones. Imagen cedida por la Asamblea Vecinal contra las Casas de Apuestas

"Es realmente increíble pensar que el denunciante y sus familiares, titulares de una sociedad que gestiona salones de este tipo, según ellos refieren, puedan creer que unos vecinos, entre los que había gente mayor, mujeres haciendo punto, una religiosa... vayan a dinamitar el local o a quemarlo de algún modo", zanja la magistrada

Alba Camazón (elDiariocyl)
08/02/2023 - 18:48h.

La jueza ha absuelto a los cinco manifestantes que protestaron varios días frente a una casa de apuestas en Gamonal (Burgos), que estaban acusados por tres delitos: de amenazas, coacciones y daños. La magistrada encargada del caso les ha absuelto de todos los cargos. La acusación pedía cinco años de prisión y Fiscalía, dos.

La jueza ha considerado que los hechos declarados probados no son constitutivos de un delito leve de amenazas, ni de un delito continuado de daños ni de un delito continuado de coacciones. Considera probado que las concentraciones fueron pacíficas y acudió gente joven y también mayores, como una manifestante que fue con su nieto de dos años. "Todos ellos vecinos de la zona a los que les unía la preocupación por la apertura de locales de apuesta en el barrio, que pueden causar daño personal y social importante", explica en la sentencia, a la que ha tenido acceso este diario.

También se considera acreditado que se realizaron algunas pintadas que tuvieron que ser limpiadas tres días distintos. Una de las jóvenes acusadas pegó "una o dos pegatinas y realizó una pintada, otra hizo una pintada y la tercera colocó una pegatina. Tampoco ha quedado probado que las pegatinas o pintadas fueran realizadas "con ánimo de dañar", puesto que el objetivo era "informar y concienciar" sobre el daño que produce para la sociedad la proliferación de casas de apuestas.

Los agentes de Policía consideraron que lemas como "esta casa de apuestas la vamos a cerrar", "aquí se va a liar la del bulevar" o "la próxima visita será con dinamita" son las "típicas consignas" a las que no hacen mucho caso. "Todos los agentes han coincidido que si hubieran visto alguna actitud violenta o que impidiera a alguna persona ejercer un derecho tal como pasar por la calle o acceder al local, ellos habrían intervenido, pero no tuvieron que hacerlo porque no ocurrió", expresa en la sentencia. La jueza coincide en este aspecto y afirma que el objetivo de estas frases es "expresar su rechazo" y no "referir una posible acción futura".

"Es realmente increíble pensar que el denunciante y sus familiares, titulares de una sociedad que gestiona salones de este tipo, según ellos refieren, puedan creer que unos vecinos, entre los que había gente mayor, mujeres haciendo punto, una religiosa... vayan a dinamitar el local o a quemarlo de algún modo", zanja la jueza.

"No consta que hubiera empleo de violencia ni física ni intimidatoria ya fuera contra los viandantes, contra alguien que quisiera entrar al local, ni contra los empleados del establecimiento", remata la juzgadora.

Una declaración que no resulta creíble y es "exagerada"

La jueza reprocha a uno de los propietarios de realizar una declaración "cuanto menos exagerada" y que "no resulta creíble", y asegura que los testigos propuestos por la acusación han ofrecido unas declaraciones "que han generado dudas sobre su veracidad" al haberse detectado "contradicciones".

Uno de los propietarios del local de apuestas aseguró que los manifestantes parecían "de la kale borroka", una afirmación que la jueza no comprende ni ve equiparable. "El propio M. J. reconoce que había personas haciendo punto, actuación que no parece equiparable ni compatible con realizar violencia callejera", agrega la jueza.

La magistrada no discute que fuera una situación "incómoda" y "desagradable" para los propietarios, pero no por eso hubo "intimidación o coacción". "De lo contrario llegaríamos a la situación de que cualquier protesta ciudadana pública sería una intimidación o coacción, lo que no es compatible con el sistema de derechos y libertades públicas en que nos encontramos", añade.

La jueza considera que no ha quedado probado que las tres chicas acusadas rompieran o causaran desperfectos en la puerta de entrada al casino, ni que las pegatinas y pintadas que ellas realizaron dejaran marca, deterioro o causaran algún desperfecto en el local. Tampoco considera probado que los dos hombres acusados dirigieran u organizaran las concentraciones, así como tampoco que llevaran a cabo alguna acción violenta contra el propietario del casino.

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